De acuerdo con la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, se destaca el desafío actual que existe en modificar nuestros hábitos como sociedad, especialmente en políticas públicas, industrias privadas y sobre todo en el mercado inmobiliario, responsable, en muchos casos, del deterioro de ecosistemas y la sobreexplotación de recursos a nivel mundial.
Reserva Santa Fe, un proyecto orgullosamente mexicano, responde a esta agenda y a convicciones propias, convirtiéndose en el primer desarrollo en México y Latinoamérica que avanza hacia un modelo de construcción y vivienda regenerativo, por lo que obtuvo la certificación Living Community Challenge, presentado en 2006 por las prominentes figuras Jason F. McLennan y Eden Brukman, y el cual engloba diversos aspectos que juntos, hacen sostenible y regenerativo un espacio habitacional, incluyendo: Energía, Equidad, Sitio, Salud-Felicidad, Agua, Materiales y Belleza.
Dicha certificación, apuesta por una transición fundamental para el presente y el futuro del planeta: en donde no solo busca un menor impacto al medio ambiente si no que apuesta por lo regenerativo, haciendo que los espacios construidos aporten más de los recursos que se utilizan para su edificación, , restaurando ecosistemas y devolviendo cuando menos el 5% adicional del agua y energía, “logrando una civilización que pueda crear mayor biodiversidad, capacidad de recuperación y oportunidades para la vida en cada adecuación y desarrollo”.
Las 196 hectáreas de bosque entre el Valle de México y el de Toluca, eran un retrato más de la explotación desmedida de recursos naturales: valles y cañadas por donde hace siglos corría el agua de diversos manantiales, hasta hace poco tiempo, tenían una apariencia cuasi desértica, estéril. En 2022, gracias a Reserva Santa Fe, y su alianza con los ejidatarios socios del proyecto, este espacio se está transformando en un ecosistema en el que sus habitantes se integrarán como agentes de conservación y enriquecimiento de la naturaleza -con menos del 14 por ciento del área total destinada a la construcción- y disfruten de una alta calidad de vida.
El éxito y el cumplimiento de todas las metas para Reserva Santa Fe no significa un triunfo particular; por el contrario, representa un avance colectivo para la región y el país, en el que se deben enfocar todos los esfuerzos, públicos y privados, en la regeneración más que en un menor impacto ambiental, encontrando así una naturaleza propia respetando la que rodea y provee a todos.