Una de las joyas de nuestro país, el tequila lleva dentro de él un pedazo de la tierra, de su gente y de la dedicación que va a su creación. Dentro de cada botella de este elixir nos encontramos con el alma y la esencia de México; el tequila es un arte, creado con pasión, talento y un proceso rico en historia y cultura, el cual ha sido perfeccionado por SUAVE Tequila.
Después de un mínimo de 5 años de crecimiento del agave, en la creación de SUAVE Tequila se selecciona solo la más alta calidad del agave, cultivado orgánicamente, para ser utilizada en el procesamiento de este tequila premium. Usando un cuchillo de hoja plana unido al extremo de un palo de madera, los profesionales jimadores cosechan solo los agaves de mejor calidad y más desarrollados del campo.
Para jimar el agave, los jimadores comienzan cortando las hojas del agave, revelando así solo el núcleo interno de la planta – el corazón del agave. Estrictos estándares de calidad aseguran que en el proceso de producción solo se utilice el corazón del agave, dejando una cantidad mínima de tallo en la piña; esto se refleja en que las piñas se ven completamente blancas después de la jima y asegura que la presencia de los azúcares nocivos que prevalecen en los tallos se minimiza en el producto final.
Una vez que se cosecha el agave, las piñas blancas se cortan en mitades y cuartos antes de colocarlas en los hornos autoclave de acero inoxidable para garantizar una cocción homóloga de la piña; esta la cuecen al vapor hasta que los almidones que contienen se transforman en azúcares fermentables listos para la extracción. Luego de la cocción, el agave debe enfriarse antes de ser triturado. El jugo o néctar, también llamado “mosto” o “hidromiel” en México, es ahora un fluido rico y dulce, que será recogido en grandes tinas de acero inoxidable para su fermentación natural.
SUAVE Premium Tequila se fermenta de forma natural dentro de las cubas de acero inoxidable con esporas de levadura que se encuentran en el aire de forma natural; esto significa que no se utilizan aditivos ni levaduras importadas durante su fermentación. El tequila pasa por un proceso de doble destilación para eliminar las impurezas del jugo crudo o aguamiel, y a la vez manteniendo la esencia del agave del que procede.
Durante la destilación, el líquido fermentado se divide naturalmente en tres líquidos distintos: La ‘cabeza’ que es demasiada alta en metanol y etanol para ser utilizada para su producto final, las ‘colas’, que tampoco son satisfactorias para sus estándares de tequila y por lo tanto también se descartan, y el ‘corazón’ del néctar que utilizan para capturar la verdadera esencia del producto de primera calidad.
Envejecen el tequila en barricas de roble 100% americano, que previamente se utilizan para el bourbon. Esto se hace para asegurar un toque suave, ahumado y ligeramente a madera para las diversas variedades. Este elixir alcanza niveles de excelencia en las manos de las mentes brillantes que crearon SUAVE Tequila, un manjar auténticamente mexicano que representa lo más exquisito de nuestra tierra.
