La historia de Casa D’Amico: una fusión de sabores italiano-mexicanos
La historia de Casa D’Amico comenzó cuando Walter, originario de Italia pero con México como su segundo hogar, decidió emprender un camino culinario. Inspirado por su hijo Gianmarco, quien compartía su pasión por la cocina, decidieron abrir un restaurante juntos. Su aprendizaje ha sido empírico, aprendiendo el uno del otro y compartiendo los secretos culinarios que Walter heredó de su madre. Su amor y talento se reflejan en cada plato que sirven en D’Amico.
Desde su apertura en 2007 en la vibrante ciudad de México, Casa D’Amico nos ha cautivado con sus recetas familiares y su personalidad encantadora. El restaurante está ubicado en una espléndida casa de la década de 1940 en el corazón de Polanco, y cada rincón de este espacio único emana un ambiente acogedor y un estilo inimitable.
El chef Walter D’Amico, haciendo uso de ingredientes sencillos, logra crear verdaderas maravillas culinarias que acarician nuestros sentidos y llenan nuestra alma de momentos deliciosos. Su cocina se llena de alcachofas, arúgula, jitomates, perejil, albahaca, pastas, arroz, aceite de oliva, quesos, pescados, pollos, carnes y, por supuesto, vinos, utilizados tanto para cocinar como para maridar sus creaciones.
Dejándose llevar por su creatividad y por los recuerdos acumulados a lo largo de los años, el chef Walter D’Amico ha creado un menú que ofrece experiencias culinarias únicas e irrepetibles. Incluso ha logrado fusionar la cocina tradicional italiana con ingredientes mexicanos, dando lugar a una auténtica sinfonía de sabores. Gianmarco, por su parte, se encarga de brindar un servicio apasionado a los comensales, asegurándose de que su estancia en Casa D’Amico sea cómoda y memorable.
En Casa D’Amico, se puede saborear la magia de la pizza del chef, terminada en mesa por el mismísimo Walter D’Amico, con su fresco pomodoro rostizado, queso burrata, prosciutto, albahaca y aceite de oliva. Los sabores del Mediterráneo se hacen presentes en los camarones a la plancha flameados en mesa con sambuca, acompañados de un timbal de queso ricotta, chocolate y reducción de vinagre balsámico. Para cerrar esta experiencia culinaria, el postre de la casa: una deliciosa Pannacotta de crema y vainilla servida con una compota tibia de frutos del bosque.
Más que un simple restaurante, Casa D’Amico es un espacio que nos invita a sumergirnos en un mundo de placer gastronómico. La apertura de este hermoso lugar es una invitación a deleitarnos con la exquisitez, autenticidad y vivacidad de la cocina del reconocido chef Walter D.
